¿Por Qué No Se Alquila Mi Inmueble?

Tener una propiedad vacía durante meses puede ser frustrante y costoso. Los gastos de mantenimiento se acumulan, los impuestos no esperan y la sensación de estar perdiendo dinero crece con cada día que pasa. Si te encuentras en esa situación, preguntándote por qué tu inmueble sigue sin inquilinos mientras otros se alquilan con facilidad, hay dos factores clave que probablemente estén afectando tus resultados: la forma en que tu corredor está gestionando la promoción y el precio que has establecido.

Cuando El Corredor No Hace Bien Su Trabajo

Contratar a un agente inmobiliario debería facilitarte todo el proceso, pero la realidad es que no todos los corredores en Lima son iguales. Un mal profesional puede ser el principal motivo por el que tu propiedad no se alquila.

Uno de los errores más comunes es la falta de promoción activa. Muchos corredores simplemente publican un aviso genérico en un portal y esperan a que aparezcan los interesados. En el mercado actual, eso ya no funciona. Un buen corredor debe moverse, mostrar la propiedad en diferentes plataformas, aprovechar las redes sociales, mantener contacto con posibles inquilinos y asegurarse de que tu inmueble tenga visibilidad constante.

Las Fotografías

Otro gran problema son las fotografías. Hoy todo entra por los ojos. Si las imágenes son oscuras, borrosas o no muestran lo mejor de la propiedad, perderás el interés de la mayoría antes de que lleguen a leer la descripción. Las fotos deben resaltar los espacios amplios, la buena iluminación y los detalles que hacen especial tu inmueble. Esa primera impresión digital lo es todo.

Las descripciones también cuentan mucho. No se trata de decir “departamento de dos dormitorios con sala y cocina”, sino de transmitir una experiencia. Algo como “luminoso departamento con balcón ideal para disfrutar el café de la mañana” genera una conexión emocional. Un buen corredor sabe cómo vender estilo de vida, no solo metros cuadrados.

Disponibilidad Para Mostrar

La disponibilidad para mostrar la propiedad también influye. Si tu corredor solo atiende en horario de oficina, estás perdiendo visitas. Los mejores agentes se adaptan a los horarios del cliente: tardes, fines de semana o incluso recorridos virtuales. La rapidez en responder y la flexibilidad son señales de compromiso.

Y finalmente, está el seguimiento. Después de una visita, un buen corredor no desaparece. Llama, pregunta qué opinó el cliente, aclara dudas y mantiene el interés vivo. Esa atención personalizada es la que marca la diferencia entre perder una oportunidad o cerrar el trato.

Si además tu corredor no puede explicarte por qué tu inmueble no se alquila ni ofrecerte soluciones concretas basadas en datos del mercado, es momento de reconsiderar con quién estás trabajando.

Cuando El Precio No Encaja Con El Mercado

El otro gran factor es el precio. Puedes tener un excelente inmueble y un corredor proactivo, pero si el valor de alquiler está fuera de mercado, el resultado será siempre el mismo: silencio.

Muchos propietarios caen en la trampa del “precio aspiracional”, fijando lo que desean ganar o lo que necesitan para cubrir sus gastos, sin tomar en cuenta lo que la gente realmente está dispuesta a pagar. El problema es que el mercado no negocia con deseos: los inquilinos comparan, buscan y eligen la mejor relación calidad-precio. Si tu propiedad está un 20% por encima de otras similares en la zona, es muy probable que no recibas llamadas.

Por eso es vital saber cuál es el precio competitivo real. No se trata de mirar lo que piden otros propietarios —porque muchas veces esos anuncios también están sobrevalorados—, sino de averiguar cuánto están pagando los inquilinos en los contratos que se cierran efectivamente. Hay que analizar las propiedades comparables en un radio cercano, su antigüedad, estado de conservación, servicios incluidos y la época del año, ya que la demanda puede variar según la temporada.

El Alto Costo De La Sobre Valorización

Sobrevaluar una propiedad tiene un costo alto. Cada mes que pasa sin alquilar pierdes el 100% del ingreso posible. A veces, una simple rebaja del 10% basta para encontrar un inquilino rápido. Además, cuanto más tiempo permanezca una propiedad sin alquilar, más sospechosa se vuelve para los interesados. La gente se pregunta: “¿por qué nadie la quiere?”. Y eso te deja en desventaja al negociar.

Ser flexible es una virtud en el mundo inmobiliario. Si después de tres o cuatro semanas de promoción activa no hay movimiento, es probable que el precio necesite un ajuste. Escuchar lo que dice el mercado no es rendirse, es ser inteligente. Puedes probar incluir servicios o hacer pequeñas mejoras, pero si la diferencia de precio es grande, lo más efectivo será adaptarte a la realidad del mercado.

En Conclusión

Si tu inmueble no se alquila, no es cuestión de mala suerte ni de un mal momento económico. En la mayoría de los casos, la raíz del problema está en un corredor que no hace bien su trabajo o en un precio fuera de mercado. La buena noticia es que ambos factores tienen solución.

Evalúa con objetividad: ¿tu corredor realmente está promocionando activamente la propiedad? ¿Usa buenas fotos, responde rápido, hace seguimiento y te presenta datos concretos del mercado? Si la respuesta es no, busca a alguien que sí lo haga.

Al mismo tiempo, analiza si tu precio refleja la realidad actual. Recuerda: un inmueble vacío no solo deja de generar ingresos, también se deteriora. En cambio, uno alquilado —aunque sea por un valor un poco menor al esperado— te da estabilidad, flujo constante y mantiene viva tu inversión.

Tomar acción sobre estos dos puntos puede transformar una propiedad improductiva en una fuente de ingresos segura y continua.